El Río Camu, que cursa todo el cibao central de la República Dominicana, irrigando más de 800 mil tareas de sembradíos, presenta un deterioro como nunca antes.

Grandes rocas, piedras, arena y demás, se han quedado en el caudal, evitando la corriente de agua acostumbrada en el importante río que nace en Loma de la Sal, en el interior de la Reserva Científica de Ébano Verde y pasa por La Vega y recorre 101 kilómetros hasta tributar sus aguas al Río Yuna. Abarca una superficie de 2,351 kilómetros cuadrados.

El sedimento en el río es tal, que ya está por encima de la corriente acostumbrada del mismo, lo que hace ver qué va desapareciendo poco a poco.

Limpiar y dragar este importante río es necesario y urgente, quitar ese sedimento imperante para que el agua pueda correr sobre el caudal, es necesario.

Ésta acción de dragar los ríos se realiza en todo el mundo, luego estudios realizados medioambientales, para mantener las corrientes de agua de los ríos, incluyendo en Hudson en New York o el gran canal de Panamá.

El Dragado se utiliza para eliminar el exceso de sedimentos del río. La eliminación de este sedimento restablece el ancho y la profundidad del canal, estabiliza el terraplén circundante y reduce la erosión futura de la costa.

Este trabajo debe de realizarse via el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, INDRHI, con la supervisión directa del Ministerio de Medio Ambiente y sobre todo de expertos que establezcan la profundidad a quitar de sedimento, desde la parte alta de la cuenca.

Hace un tiempo que el ingeniero Félix Díaz Tejeda, master medioambiental, presentó un informe científico, pieza central del panel Río Camú: ¡Ahora o Nunca!, montado por la Cooperativa Vega Real, dónde destacó que el Río Camú beneficia con la producción agrícola y acuífera a cerca de un millón de personas.

Detalló lo que implicaría para la vida humana y medioambiental, la desaparición de esa fuente acuífera y llamaron a conformar un compromiso nacional público y privado, para evitarla.

Otros problemas que presenta este importante río son la deforestación acelerada en todo su cauce desde la parte alta, la ganadería de montaña, la minería irresponsable, los incendios forestales y la urbanización en sus márgenes.

Ojalá que podamos salvar nuestro río, comenzando limpiando su cauce.